La depresión es un complejo trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo
que se caracteriza por la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable, y que provoca
alteraciones orgánicas que afecta significativamente a la capacidad funcional.
Es un serio trastorno emocional que implica cambios importantes en nuestra forma de
SENTIR, PENSAR y ACTUAR.
Podemos hablar de síntomas.
Cognitivos (pensamientos): tendemos a ver el lado negativo de las cosas (pensar mal acerca
de nosotros mismos, de lo que hacemos). Pesimismo. Negatividad. No entendemos la vida
y/o el mundo que nos rodea. Etc.
Emocionales (emociones): tristeza, ira, ansiedad, culpa, apatía. Etc.
Somáticos (físicos): cansancio continuo y excesivo. Pérdida de apetito. Problemas de sueño.
Tensión muscular. Disminución del deseo sexual. Etc.
Consecuencias funcionales
- Pérdida de autoestima.
- Pasividad.
- Reducción de actividades y tareas (salir, ir a trabajar).
- Deterioro de las relaciones sociales.
- Falta de sentido de la vida y del mundo.
Nuestra forma de actuar va en relación con nuestros pensamientos y sentimientos así,
en función de los síntomas que más interfieran, el TRATAMIENTO se centrará en diferentes
técnicas: cognitivas (no se puede dejar de pensar, el objetivo es pensar de otra manera y dejar
de luchar con el pensamiento); control de suicidio (no se trata de inventarse razones para vivir
sino de encontrar razones muy tangibles y concretas); control de estímulos y relajación (para
insomnio y otros problemas de sueño); resolución de problemas (para toma de decisiones y
garantía en su ejecución); y conductuales (para disminuir inercia y pasividad y retomar
actividades y tareas del día a día).
Emocionales (emociones): tristeza, ira, ansiedad, culpa, apatía. Etc.
Somáticos (físicos): cansancio continuo y excesivo. Pérdida de apetito. Problemas de sueño. Tensión muscular. Disminución del deseo sexual. Etc.

